La revista Forbes publica los 10 músicos más ricos del 2010 como resultado de venta de discos, tours y consumo en Internet:
1. U2 (99,8mEUR)
2. AC/DC (87,6mEUR)
3. Beyonce Knowles (66,8mEUR)
4. Bruce Springsteen (53,7mEUR)
5. Britney Spears (49,1mEUR)
6. Jay-Z (48,3mEUR)
7. Lady Gaga (47,6mEUR)
8. Madonna (44,5mEUR)
9. Kenny Chesney (38,3mEUR)
10. Black Eyed Peas (36,8mEUR) 10. Coldplay (36,8mEUR)
La música no ha dejado de consumirse en ningún momento, si no que ha evolucionado el soporte. La tecnología no sólo modifica las herramientas, sino que va acompañado de un cambio social, en este caso, reflejado en la manera de consumir.
Hasta hace poco tiempo, el consumidor utilizaba la radio seleccionando las emisoras musicales que se adaptaban más a sus gustos, para descubrir nuevos artistas, estar al día de las novedades y saber qué discos debía comprar. Primero a través del walkman, luego el Discman, después el Ipod…y ahora “la nube” gracias al streaming.
La música está perdiendo su forma física tal y como la hemos conocido hasta el momento, y en la que las discográficas basaron su razón de ser. Es el momento de cambiar. De cambiar la manera de producir, almacenar, promocionar y distribuir.
El nuevo marketing musical: artistas sociales
El nuevo marketing musical, basado en el uso de Internet, está revolucionando el mercado.
Facebook, Twitter, MySpace y YouTube se convierten en canales alternativos gratuitos de promoción artística. Estos canales agrupan características como la cercanía (creando lazos emocionales entre artista y fan), libertad (permite que los artistas se desvinculen de las discográficas, que sustentan un modelo de negocio particular) participación del usuario (el artista puede recibir las opiniones directas) gratuidad (es un método de promoción que apenas genera costes de producción) carácter viral ( si una canción o un videoclip musical gusta, puede multiplicar de manera exponencial el número de descargas, visitas o visualizaciones en un periodo muy corto de tiempo. Hay artistas que se han catapultado a través de las redes sociales:
- Iniesta y Puyol relanzan una producción musical de Pinto. Un comentario en Twitter dispara las visitas en Internet del último videoclip producido por el sello discográfico de Pinto, ‘Wahin Makinaciones’
- Lady Gaga es la reina de las redes sociales.
- Muy interesante el estudio de FAMECOUNT, un portal dedicado a analizar las personas más relevantes en redes sociales.
Nuevas plataformas de distribución
Está claro que la música ha de seguir siendo un negocio rentable, por lo que hay que buscar la manera de hacerla atractiva al consumidor para que pague por ella. La situación en la que se encuentra la industria en estos momentos es un popurrí de soluciones basadas en acierto y error, que desembocará en la aparición de nuevos sistemas.
El streaming hasta ahora está siendo una de las herramientas por excelencia para el consumo de música, si bien es cierto que no es la panacea. Spotify perdió en 2009 más de 26 millones de dólares, y LastFm no ha conseguido ser rentable del todo, aunque esta cerca. En este último año, el streaming ha vivido su propia evolución. Ha pasado de ser un servicio estático para consumo en el ordenador, a abrirse paso a nuevos dispositivos, por un lado, pensando en la movilidad, como aplicaciones para Iphone y Android, y por otro pensando en nuevos nichos de mercado, integrándose en nuevas plataformas como Xbox Kinect, o Rock Band para Wii.
Una vez conseguida la expansión a múltiples plataformas que llegan a millones de usuarios, la asignatura pendiente es materializarlo en un beneficio económico concreto.
Democratización de la producción musical
Hasta hace muy poco tiempo crear música no estaba al alcance de cualquiera. Los artistas emergentes dependían de que las grandes discográficas se fijaran en su talento, de tener al alcance un estudio equipado con herramientas de alto coste. Hablamos también de la limitación geográfica, los distintos componentes de una banda debían estar físicamente en el mismo estudio para poder grabar una pieza. Internet y las herramientas digitales han provocado que el talento se genere sin necesidad de grandes inversiones. Programas como Cubase, Logic, Protools o Ableton Live permiten la diversificación musical. Y si vamos allá, en el último año se han lanzado aplicaciones para IPhone y IPad para crear música. Parece no haber límites.
Resulta inevitable hablar en este punto de El Plan B de Carlos Jean y Ballantines. Una nueva manera de producción que une a un artista consagrado en su carrera con artistas emergentes y nuevos talentos por medio de Internet.
En definitiva la música, que siempre ha sido una expresión de libertad sigue siendo lo mismo. La música ya ha evolucionado en sí misma. La cuestión ahora es que las compañías que la explotan tienen que plantearse nuevos modelos de negocio al igual que los artistas.
Las cifras ya no se mueven en torno a los millones de copias vendidas, sino a las millones de visualizaciones, reproducciones y descargas. Los fans ya no se miden cuántos se agolpan en esos llamados Clubes de Fans, sino en cuántos millones de seguidores tienes en Twitter o Facebook…en resumen el alma musical no ha cambiado, sino que ha variado el envoltorio.
En este sentido gira precisamente Novaemusik. Un concepto de negocio musical que abarca todas y cada una de las referencias citadas a lo largo de este post. Es una nueva forma de concebir la empresa y una nueva manera de trabajar en la industria musical en una búsqueda constante de nuevos modelos de negocio, generación de contenidos y conexión con el público, gracias al uso de la Tecnología y la web social, porque… ¿quién dijo que la música está en crisis?
Post de Marta García García, project Manager en Novaemusik.